Lo que te ha tocado vivir

Aurora: Nancy Godoy

E mail: nancygod46@yahoo.com.ar

(La siguiente es una presentación clínica expuesta en el 4° encuentro de Ats – Ciclo 2013, el 18 de enero de 2014, cierre anual, en la Asociación Civil At Lazos)

Presentación caso clínico: (Por Nancy Godoy)
Soy Nancy Godoy, Consultora Psicológica, trabajo como voluntaria en el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez y en Lalcec Morón.
El curso de Acompañante Terapéutico lo comencé en abril de 2013 y estoy finalizándolo en este año.

Hice mi acompañamiento en el Hogar San José, es una institución que aloja a nenas y adolescentes de 4 a 18 años que están allí por orden judicial.
Mis contactos en el Hogar fueron, la psicóloga (tutora), la directora, y la representante legal del mismo.

Empecé con las prácticas el 23 de octubre y finalizo el 20 de enero.
En principio, aunque ofrecí ir dos veces por semana, se me asignó el horario de los sábados de 14 a 16hs. Después de 3 encuentros y viendo que ese día van muchos grupos de voluntarios a hacer diferentes actividades con las chicas y se dispersaba bastante el acompañamiento, hablé nuevamente con mi tutora y finalmente seguí yendo lunes y miércoles de 14 a 16hs. En este último mes voy de 9.30 a 11.30hs., cumpliendo un total de 39 hs de acompañamiento.

Acompañé a (la voy a llamar Aldana) que cumplió 17 años a los pocos días que la conocí, vive en el Hogar desde abril de 2011 por maltrato por parte del padre.
A los 7 años, ella y sus dos hermanos mayores son llevados a un Hogar, por las denuncias de la abuela paterna por violencia por parte del padre.
Después de un tiempo vuelven a la casa. Cuando Aldana tiene 10 años fallece su mamá, y ella se hace responsable del cuidado de sus 4 hermanos que, en ese momento tenían 11, 7, 5 y 1 año, de los quehaceres de la casa y de su escuela.
Al poco tiempo viene a vivir con el padre la tía materna (hermana de su mamá) junto con sus 4 hijos.
La abuela paterna hace algunas denuncias más hasta que cuando Aldana tiene 14 años va a la escuela con un ojo muy lastimado, toma intervención el juzgado y así ingresa al Hogar San José.
Los primeros informes de los psicólogos dicen que en el relato de Aldana no hay angustia, que tiene nivel intelectual acorde a su edad y que ante algunos test demuestra que está totalmente expuesta a las presiones externas.
Con el padre se intentó hacer alguna terapia pero siempre negó ser violento y maltratador y no estuvo dispuesto a iniciar ningún tratamiento.
Actualmente tres hermanos de Aldana viven en otro Hogar y el de 19 años vive con su abuela paterna. Con ellos y muy esporádicamente tiene algún contacto.
La visitaba una tía paterna, pero con motivo de las fiestas de fin de año, hace 2 años Aldana va a la casa de esta tía y cuando regresa al Hogar dice que el tío abusó de ella, por lo que se cortan estas visitas.

En la entrevista con la tutora se me da como objetivos: ayudarla con algunas materias de la escuela, llevándole información. Sabiendo que es una chica muy expuesta a los riesgos, ayudarla a que pueda salir de la posición de maltrato y que se auto proteja. Hablarle de sexualidad y cómo cuidarse. Hacerle compañía ya que no tiene visitas.

Ese día la conozco, es muy simpática y dispuesta tener una acompañante. Me muestra el Hogar y me pide alguna información para hacer un trabajo de plástica, así comienza el acompañamiento.

En mi primera supervisión expongo estos objetivos y Sandra me dice que con el tema sexualidad (que yo no sabía cómo encarar) espere a ver cómo lo encara ella.

En el 3° encuentro la directora del Hogar me dice que en la semana pasó un hecho grave. En el camino hacia la escuela, Aldana se encuentra con un hombre, éste le dice que es linda y la lleva a una calle solitaria donde ella le practica sexo oral. Me dice que hable del tema con ella, que esto es algo público y que todos tienen que saberlo.
Ese día Aldana me dice que está andando en bicicleta y no quiere hablar, que no quiere que vaya más, que al principio le pareció buena idea hablar pero ahora no. Me quedo hasta que termina mi horario, antes de irme se acerca, me pide la información que le había llevado y me despide con un beso.

(No estoy muy de acuerdo en que esto sea algo público y todos deban saberlo. Voy a esperar si en algún momento me lo cuenta).
En la supervisión me dice Sandra que le haga notar que no tiene que hablar si no quiere, que la saque de esa obligación.

En el próximo encuentro Aldana dice haber estado ayudando en las tareas del Hogar, que está un poco aburrida porque no está yendo a la escuela. «Por eso feo que pasó” me dice, pero no quiero hablar de eso. Escuchamos música y aprovecho algunas letras de canciones que hablan de maltrato para decirle que nadie tiene derecho a maltratar a otra persona, que todos tenemos derecho a no ser maltratados.
Otro día me dice que va a ir a la escuela a buscar unos trabajos prácticos, porque por este año no va más. «Por ese problema que hubo”, le digo que estoy ahí para ayudarla no para juzgarla y si me quiere contar… me dice que no me va a contar porque ya le hablaron mucho de eso y tiene la cabeza inflada. Sigue contando que, como es inteligente irá a la escuela con su celadora porque en la calle le podría pasar algo malo, como que la secuestren. Le hablo de los cuidados que tiene que tener, que hay adultos que se aprovechan de las chicas, y me dice «como mi papá que me maltrataba”, usando sus palabras le digo que, como es inteligente no va a dejar que la maltraten más, de ninguna forma. Me dice que el padre es una lacra y no quiere verlo más.
Otro día me cuenta que tiene una lista de 38 chicos que le gustan, me muestra, los tiene anotados en un cuaderno.

En la supervisión, Sandra me dice que vea si puede hacer un recorte a eso y elegir a un solo chico. Trabajamos con eso también para que no quede en el lugar de que cualquiera le viene bien, o que no se ubique en el lugar de cualquiera.

En diciembre empieza a hacer los trabajos para la escuela, la ayudo con algo de Inglés y Biología, esto me da lugar para hablar de formas de prevención, métodos anticonceptivos. Ella me pregunta sobre la vacuna contra el HPV, le explico qué es, y que siempre se tiene que cuidar con preservativos en toda relación sexual, incluso en la oral, porque así también se contagian las enfermedades. Me pregunta si es lo mismo que el HIV. Escucha con mucha atención lo que le digo.
Está muy interesada en hacer los trabajos y le hablo de la importancia de terminar el secundario, para conseguir un trabajo cuando salga del Hogar. La preocupa también de qué va a trabajar, dice que ahora tiene todo servido y después va a tener que trabajar mucho para mantenerse. Hablamos de algunos cursos que le gustaría hacer y que podría ganarse la vida con eso.

De su mamá no habla mucho. Se acuerda cuando falleció, que la vio y que el padre le decía que estaba dormida y ella lo creía. Recuerda una vez cuando ella era muy chiquita, que fueron a un boliche su mamá, su papá y un hermano que era bebe. Su mamá tenía un vestido rojo brillante con tiritas finitas y que se ganó una copa grande de cerveza por bailar semidesnuda en el caño. Para su fiesta de 15 años eligió un vestido rojo.

A su padre lo nombra a menudo, sobre todo escuchando canciones, muchas de ellas las escuchaba con su papá y le gustaban a él. Sabe que ahora vive solo con la mujer, porque los otros chicos (sus primos) también están en un Hogar. Y que su abuela paterna le dijo que si puede sacarlo de esa casa la va a llevar a vivir con ella. Que le gustaría vivir con su abuela pero tendría que soportar que su tía paterna esté enojada con ella, porque piensa que habló pavadas cuando dijo que su tío abusó de ella. Le digo que esa tía y los que piensen como ella tienen que estar enojados con él que abusó de su sobrina menor de edad y no con ella que no tiene la culpa de nada de lo que le pasó. Me dice «yo creo que fui valiente en hablar, no?”, claro que sí le digo, hay chicos que no se animan a hablar y sufren maltrato y abuso por mucho tiempo. Fuiste muy valiente y tenés que seguir siéndolo y no permitir que nadie te maltrate ni abuse de vos.

En todos los encuentros Aldana se mostró muy predispuesta a hablar, también jugamos a las cartas, al ludo, escuchamos canciones, miramos videos en mi celular, caminamos por el parque, hizo un collage, y me dijo está haciendo una canción que me quiere cantar.

Estamos haciendo el cierre, le propuse que anotara de un lado las cosas que le gustaron de este acompañamiento y del otro lo que no le gustó.
Le gustó: jugar a las cartas, escuchar música, caminar por el parque, que a mí me guste hablar con ella (en ese orden)

No le gustó: que le haga hacer la tarea, y que algunas veces se olvidó que iba y la encontraba «ciruja” como ella dice.
Luego le pregunté qué le gustaría para estos encuentros que faltan.
Cosas que le gustaría: compartir más seguido (algunas veces llevé galletitas y gaseosa para compartir) me pidió para el lunes 20, último día, si podía llevar para hacer sándwich y gaseosa e invitar a compartir a una compañera.

En esta semana y en el último encuentro antes de hacer el cierre el lunes, me contó que a veces hacían una colonia en el Hogar y que ella ayudaba cuidando a las nenas más chicas. Saca la cuenta de los meses que le faltan para dejar el Hogar y que no sabe de qué va a trabajar. Le digo que ella es responsable sino no le hubieran dado la tarea de cuidar a las nenas, que eso la va a ayudar mucho en un trabajo y que me acuerdo que me dijo le gustaba Manicuría, que podría hacer un curso y trabajar de eso.
Luego me cuenta que jugaba con el padre a las cartas «por la comida”, si ella perdía no comía. Otras veces comían el padre y el hermano más chiquito y ella y los hermanos mayores miraban. Le pregunto qué piensa de eso y dice que «eso no se le hace a un hijo”, remarco esas palabras, los padres deben alimentar y cuidar a los hijos.

Conclusión: Creo que, aunque no logré que me contara lo que pasó en la calle, me dio muchas pistas para hablar del tema y así lo hice. Hablándole de sexualidad, formas de cuidarse. Aproveché cada canción que Aldana cantaba o de las letras que me pedía que le lleve impresa para remarcarle lo valiosa que es y que merece no ser maltratada. Es decir, pude hablarle de todos estos temas respetando su decisión de no contarme lo ocurrido. Hablamos también de algunos cursos que le interesan y que con eso podría ganarse la vida cuando salga del Hogar. Y me hizo saber que fui una buena compañía para ella ya que estos últimos días estoy yendo en el horario que tienen para ir a la pileta y Aldana varias veces me dijo que no importa, que le gusta hablar conmigo.

Aunque el cierre final será el lunes, como cierre de esta presentación me quedo con la imagen de Aldana de este último encuentro que me dio un beso y me dijo «mirá como ahora ando bien en bici”, (recordando que cuando recién se las trajeron coincidió con ese día que no quería verme más), me saludó de lejos, se acercó, me dio otro beso y me dijo: «uhhh el lunes ya es 20”

Nancy Godoy, enero de 2014

Algunas palabras acerca de Aldana: (Por Sandra Sarbia)
Qué hacer público y qué hacer privado? Pregunta que se hace Nancy para concluir que se debe ante todo, cuidar la intimidad de una persona y no hacer público todo suceso.

Ahora: cómo encarar un tema que resulta de urgente tratamiento para una adolescente en pleno riesgo, cuando se trata de aquello de lo que no se quiere hablar? Al mismo tiempo que dar lugar a que nos cuente. Entiendo que Aldana teme al reto, a que se la encuentre habiéndose portado mal y por eso no quiere hablar. Muchas veces los niños y aún adolescentes creen tener la culpa de aquello que el adulto les hace o de las situaciones que éste le hace vivir. Nos cuenta tener la «cabeza inflada”. Se nota que en los pasados días escuchó mucho, su cabeza está llena de palabras retonas. Y está más que bien que no quiera continuar escuchando si se trata de ser retada.

Fue preciso liberarla de la presión que le producía «hablar de eso” para que ella empiece a hablar de algo de eso, siempre de la mano de «no quiero hablar” y siendo respetada por su At. cada vez.

Es ahí que desde el AT se le da lugar a que vaya soltando alguna de las palabras que bordean el suceso ocurrido a la vuelta de la escuela pero no más que haciendo alusión y con el pedido de ayuda con el material de escuela «métodos anticonceptivos”, con este rodeo. Y de la mano de esto, pueden aparecer otras situaciones no de menor importancia: «su mamá bailando semi desnuda… un vestido rojo” y la puerta abierta para ella a una prostitución cantada si no se intenta otra apuesta.
Los 38 chicos que le gustan dan la pista para el camino de la prostitución siguiendo, por identificación, la vía materna. Desde esto, elegir uno la sacaría de esta ruta, dándole la posibilidad de poder ser elegida a su vez por uno. Algo del orden del amor que escoge a uno entre todos, que lo hace diferente al resto.

Rescato la importancia del posicionamiento de su At. Nancy que logra ubicarse no como instrumento de reto vacío sino como una suerte de libro que informa acerca de la sexualidad, acerca de los cuidados que una joven debe tener.

Si bien la indicación que tenía era ayudarla con las tareas de la escuela, llevándole información, la información que puede acercarle la toca bien de cerca y por eso la escucha atentamente y hasta la pide.

De algún modo la At. propicia condiciones para que algunos relatos aparezcan, (si bien había mucha resistencia por parte de Aldana a contar de sí misma) dando ocasión para enunciarle que una persona no debe ser maltratada: en ninguna de sus formas.

Abuso, golpes: diferentes formas que tomó el maltrato en la vida de Aldana y una apuesta a que otra vida para ella, sea posible.

Como menciona Nancy, tal vez no fuera estrictamente necesario que Aldana pueda contarle lo ocurrido en la calle y esto quede reservado para ella misma. Entiendo que la reserva hizo que si bien algo no fue relatado, de algo sí se habló y se pudo así trabajar con eso, bordeando lo ocurrido. Respetar la intimidad es cuidar bien y esto resulta muy importante para quien ha sido maltratado por quienes debían proteger su integridad.

Hacia el último encuentro pide compartirlo con comida y una compañera al tiempo que propone entregar una canción que ella misma compuso. Aguardamos esa entrega con intriga. Parece que tiene algo más qué decir.

Sandra B. Sarbia, enero de 2014