Una nueva oportunidad

Autora: Rosa Matías Prado (*)

E mail: debilomolino@gmail.com

…(*) Rosa Matías prado realizó el Curso Anual de Acompañamiento Terapéutico en At Lazos. La siguiente es una presentación clínica expuesta en el 6° encuentro de Ats – Ciclo 2015, el 23 de enero de 2016, cierre anual, en la Asociación Civil At Lazos.

Mi nombre es Rosa Matías, tengo 51 años, soy madre de 4 hijos, previo a este curso, estudié «Enfermería» a los 20 años de edad, realicé cursos de «Nutrición», de «Promotora de Salud», de «Primeros auxilios» y de «Cocina». Entré a trabajar como voluntaria hace 3 años atrás en un centro de día, para la atención y prevención de consumos problemáticos de sustancias psicoactivas. En la actualidad trabajo en ese centro que es uno de los tres centros que se han abierto desde la «Asociación Civil La Dignidad». Mi ocupación actual es la de «Intendencia » y mi tarea consiste en organizar el menú diario, distribuir entre los asistentes las tareas a realizar para la mantención de la higiene del centro, promuevo la participación en la preparación de los alimentos, para que se vayan empoderando de la responsabilidad de pensar alimentos saludables, ya que muchos de ellos no suelen alimentarse en horarios establecidos o de forma correcta, evaluamos desde el centro que es uno de los motivos por lo que su salud se encuentra tan

deteriorada. El consumo suele provocar que ellos vayan abandonando conductas básicas de higiene y preservación de sus cuerpos. También comparto con ellos sus angustias, tristezas, alegrías y logros en su proceso de recuperación, voy viendo como muchos de ellos van saliendo del consumo que en el algún momento los alejó de la comunidad y familia. También acompaño y soy testigo de cómo van recuperando confianza en ellos mismos, como van recomponiendo sus vínculos familiares, como empiezan a desear trabajar, alquilar y terminar sus estudios secundarios.

Realicé el curso de «Acompañamiento Terapéutico» en AT Lazos con Sandra. La cursada fue desde Abril de 2015 hasta el día de hoy. Comencé mi práctica el día 23 de noviembre de 2015 y la he concluido el día 22 de enero. Esta, las sostuve durante dos meses, yendo dos veces por semana, cumpliendo en total 96 horas de práctica. Quiero mencionar que pese a haber concluido mi periodo de práctica, continuaré asistiendo una vez por semana al centro, para acompañar la vinculación con su grupo familiar.

El lugar donde llevé a cabo dicho acompañamiento es el «Centro de día Puentes» ubicado en Villa Lugano. Es un centro que trabaja en la recuperación de la salud de Jóvenes y adultos/as en situación de consumos problemáticos (drogo-dependencia). El centro trabaja con distintos ejes que actúan coordinadamente, trabaja enfocándose en la creación de nuevos vínculos con la comunidad (su barrio), sus familias, la educación, lo legal si así se requiriese, nuevos grupos de pares que sean más saludables. Para esto, el centro trabaja realizando salidas a los barrios donde se realizan tareas de prevención, articulando con los centros de salud comunitarios y los Cesacs, como así también trabaja con los grupos familiares de los y las asistentes.

Las profesionales con las que trabajé en este periodo de acompañamiento que fue mi práctica, fueron; la Psicóloga y la Médica Generalista del centro de día y con la Trabajadora Social del Cesac N°18.

Paso a presentar a mi paciente. Su nombre es Marcelo, tiene 45 años de edad, de nacionalidad argentino. Su marco familiar está conformado por un hermano con quien no mantiene diálogo, tres hijos y su ex – esposa. A la edad de 9 años fallece su madre quedando huérfano. Es ahí que comienza su consumo, ingiriendo alcohol, pastillas y cocaína desde ese entonces. Siendo adolescente (a los 17 años) participa en un robo que termina con situaciones violentas resultando una persona muerta a manos de Marcelo (en sus registros se aclara que él visualiza este etapa con mucha dificultad)) fue llevado a un centro de detención juvenil (correccional). Estuvo en centros de reclusión hasta los 29 años. Luego de eso existió otro incidente violento que provocó la separación con su esposa y por consiguiente separación también con sus hijos. El quiere recuperar

a sus hijos, para lo cual busca empleo, sin embargo tiene episodios violentos cada tanto, se muestra con mucha furia y angustia, llora mucho y se deprime, se reconoce como impulsivo y hace referencia a que prefiere alejarse hasta conseguir calmarse. Marcelo constantemente plantea querer quitarse la vida, dice «estoy cansado de que todo lo malo me pase a mí».

Actualmente está diagnosticado como «paciente con cuadro de psicosis» (presenta alucinaciones), tiene un problema auditivo. Asiste al centro de día hace 11 meses. Recibe acompañamientos y consultas con la médica del centro quien después de pedir los estudios pertinentes, lo diagnostica con «Diabetes» e «Hipertensión». Le cuesta mucho ir al médico por lo que ha perdido muchos turnos y ha dificultado su diagnóstico.

En la actualidad Marcelo recibe la siguiente medicación:

 Risperidona: para controlar sus niveles de ansiedad (ansiolítico)

 Lorazepan: actúa como anti – depresivo

 Enalapril: para la Hipertensión

 Metformina y Glibenclamida: ambos para controlar los valores de azúcar en sangre

Al momento de tomar su caso, Marcelo se encontraba sin vivienda, durmiendo en un auto

perteneciente a un taller mecánico que le permitía su uso. Sin embargo hace poco le dijeron que ya no podría hacer más uso del auto ya que lo desmantelarían para usar sus partes.

La terapeuta indicó que se hicieran las gestiones necesarias para la recuperación de su salud, por lo tanto nos dedicamos a trabajar en eso, recordando lo importante que es respetar los horarios de los medicamentos, realizar sus estudios clínicos, como así también llevar una alimentación adecuada. También hice eje en su problema de vivienda que impacta en su salud directamente.

Pude trabajar su resistencia a los hospitales, para lo cual lo acompañé a solicitar los turnos y a las consultas mismas. También a realizar las gestiones para la ampliación del «Subsidio Habitacional», como así también la obtención del «Ticket Social» (beneficio para la compra de alimentos). Además de lo ya mencionado, pudimos conseguir una admisión para que ingrese al Hogar San Francisco de Asís ubicado en el barrio de Parque Patricios, en este hogar él puede dormir y comer ya que les proveen de la cena. Durante el proceso de admisión del Hogar (consiste en dos entrevistas para evaluación), incluso el día de su ingreso, Marcelo presentó mucha resistencia, argumentando que él era «libre como un pájaro» «no quiero estar encerrado», pero a su vez también decía «voy sólo por vos, porque hiciste mucho por mí, nadie se preocupó por mi así», «estoy muy agradecido».

Actualmente Marcelo sigue yendo en forma diaria a dormir al Hogar.

Hoy hice el cierre con Marcelo, le hice alguna preguntas para que èl pueda evaluar este pequeño periodo: cómo le había parecido este acompañamiento?, si creía que cambió en algo su vida?

Cómo creía que este tiempo (el del acompañamiento) le había servido y qué proyectos tiene para su futuro más inmediato? Cómo le pareció la experiencia y lo que lleva en el Hogar San Francisco de Asís?

A lo que él me contestó «la verdad, me ayudaste mucho, estoy muy contento, porque no creí que iba a lograr todo esto. Hasta ahora logré mucho. Estoy muy agradecido porque vos llegaste cuando estaba todo mal…ahora tengo un lugar para dormir y comer los días que no abre el centro de día, puedo dormir en cama, el primer día me dolía todo el cuerpo, será porque dormí en un cama después de tanto tiempo… aunque tengo que lavar 150 platos o limpiar todos los baños en el Hogar. Estoy contento porque pude trabajar mis miedos a los cambios, vencí mis temores que me ocasionaban antes de ingresar. El otro día estaba limpiando el baño y me vi en el espejo y me veía distinto a lo que era, estaba más gordo, más limpio…una persona que era diferente a lo que creí que era.»

Él no se daba cuenta que de a poco había empezado a recuperar algunos vínculos con los vecinos del barrio por ejemplo (del barrio de Lugano, cerca del centro, ya que ese ha sido su barrio siempre) la gente cuando lo ve le sonríe y normalmente se lo saluda con mucho afecto. También está recuperando el vínculo más importante que es el que tiene con él mismo.

Con lágrimas en los ojos dice «es fácil entrar en la droga, pero es difícil salir, cuesta mucho hacerlo, ojalá que mis compañeros se den cuenta a tiempo» «ellos no se dan cuenta lo difícil que es salir»

Me dice «Doy gracias a Dios, a vos, me ayudaste mucho, ojalá te quedaras a trabajar en este centro» yo le dije que para mí también era una satisfacción y me ponía contenta haberlo ayudado, que se quede tranquilo que yo voy a seguir asistiendo al centro a colaborar en todo, hasta conseguir el gran objetivo que es que él pueda re vincularse con sus hijos.

Esta experiencia que tuve durante el tiempo que duró este acompañamiento, para mí fue muy productiva, fue un aprendizaje que me lleno de satisfacciones, de alegrías, no sólo por la culminación de una etapa en mi proceso de formación sino más importante aún que eso, la alegría de haber conseguido hacer algo por él y sobre todo con él. El haber presenciado los cambios de Marcelo, ver como de ser un hombre huraño, pasó a andar más contento y que ahora no le cuesta tanto pensar en cosas positivas y de desear hacer aquello que sueña. Él hoy piensa en alquilar, en principio una habitación (quien sabe si más adelante, desea alquilar algo más grande) para poder tener más comodidad, porque cada día está un poco mejor.

Rosa Matías Prado

Algunas palabras acerca del AT de Rosa Matías Prado (Por Sandra Sarbia)

Podríamos decir que el paciente que acompaña Rosa, a lo largo de su vida, hizo intentos de incluirse en lo social pero no le fue posible, cae una y otra vez de la entrada en lo social, es excluido, se excluye él mismo una y otra vez con su impaciencia. Cuando empezamos a acompañarlo, su habitáculo es un auto viejo abandonado, único y precario amparo frente a las inclemencias de la vida. Su familia (aún habiendo tenido tres hijos) es el animalaje: dos perros también abandonados a la vida. Y como correlato él mismo abandonado respecto de su salud, enfermo y sin la atención necesaria. Toda su constelación marcada por el abandono.

Episodios de violencia lo alejan de sus escasos vínculos. La violencia del no lugar lo habita.

Todas marcas de un pasado que parece no tener historia, sin embargo toda una historia lo lleva allí.

Respecto de la indicación recibida para acompañarlo: que el paciente comience a

responsabilizarse por su vida y por su estado de salud, estimo que funciona como un deseo puesto sobre su persona. Y es aquí donde debe haber estado la principal carencia en su vida, un deseo que lo habite para poder desear algo en la vida. Desde esto, dormir en un auto, en la calle o en una habitación puede resultar lo mismo y hasta preferir un auto porque tiene la entrada y la salida libre. En la medida en que Rosa toma la indicación con gran responsabilidad y pone gran interés en sacarlo de la calle, es que empieza a aparecer en el paciente un esbozo de propia responsabilidad, parece ser un deseo que, puesto sobre su persona, le causa algún movimiento.

Tal es así que lo escuchamos decir: «lo hago por vos…no te quiero dejar en banda…vos sos mi amiga». Pareciera que quiere ayudarla a ella cuando es él mismo quien está en banda y

probablemente desde que nació.

El deseo de Rosa de sacarlo de la calle, lo conduce a dejarse acompañar a un hogar para pasar algunos días hasta que salga el subsidio habitacional. Aunque claramente no quiere estar allí, parece preferir el auto viejo donde puede entrar y salir libremente. Aún así acude junto a Rosa en pos de esa posibilidad.

Pasa del vivir en un auto sin ningún cuidado sobre su persona a hacer algo por sí mismo (algunos controles médicos, tramitación del subsidio habitacional y del ticket social, un lugar provisorio en un hogar) aunque bajo la forma de «lo hago por vos» y por supuesto con el acompañamiento de Rosa.

A nuestro paciente no le gusta esperar, parece no tolerar la espera tanto como los pasos

necesarios para conseguir algo, el tiempo que transcurre y lo que tiene que hacer de su parte para ello. La At. lo acompaña en esto, le muestra que hay un trabajo que hacer para conseguir lo que fuera y que si lo hace, algo puede cambiar en su vida. En la medida en que traba relación con su At. y en algún momento la deja plantada esperando, se preocupa por su acto: dejarla esperando, justamente lo que él no soporta. Un interés aparece puesto en esta nueva relación, interés que conduce este nuevo período en su vida lo que lo puede llevar a cambiar su destino marginal para hacerlo entrar en lo social.

Pensar en un posible lugar para nuestro paciente le da alojamiento, ahora hará falta que él pueda y quiera ocupar un lugar haciendo entrada en lo social: dormir sobre una cama en una habitación, usar un baño privado y todo lo que acompaña a la inclusión en lo social.

Enero de 2016